top of page

LAS GENERACIONES POST 76:

Los jóvenes y la difusión del relato 

Historia es una de las grandes asignaturas que acompaña a los estudiantes desde la Primaria hasta el Bachillerato. A lo largo de todos los cursos realizan un viaje a través de millones de años pasando por el Antiguo Egipto, Grecia y Roma, la alta y baja Edad Media, la Edad Moderna o la dos Guerras Mundiales. En el caso de la historia de España, los Reyes Católicos, la Constitución de 1812, el reinado de Isabel II, la Crisis de 1898 o la dictadura de Primo de Rivera son de sobra impartidos y estudiados. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la historia más reciente. La Guerra Civil, la creación del Estado franquista o la llegada de la Transición son hechos clave de la historia de España y, en cambio, solo llegan a las aulas durante el segundo curso de Bachillerato, al finalizar la escolarización. 

​

Todo esto lleva a formular una pregunta muy concreta: si la historia reciente de España ocupa un lugar tan limitado en la enseñanza, ¿qué espacio le queda a la historia de Álava? Lo ocurrido el 3 de marzo de 1976 en Vitoria-Gasteiz está considerado como la mayor matanza de la Transición pero, sin embargo, no ocupa ni una solo línea en los libros de texto. Los jóvenes alaveses conocen lo sucedido gracias a la transmisión oral del relato de toda aquella generación que lo vivió en sus carnes; gracias a la labor desarrollada por la Asociación de Víctimas del 3 de marzo; o, simplemente, gracias a sus ansias de conocimiento que les ha llevado a preguntar o investigar sobre el tema. 

​

Fuera de las fronteras de Álava el mensaje no ha trascendido a las nuevas generaciones ya que no tienen fuentes de información que les hablen sobre lo ocurrido en Vitoria-Gasteiz. Iniciativas como las Unidades Didácticas, todos los libros que existen sobre la materia y, ahora, sobre todo, la película Vitoria, 3 de marzo permiten dar mucha más voz a esta masacre que no puede quedar en el olvido. Y es que como dijo Cicerón: "Ignorar lo que sucedió antes de que tú nacieras es permanecer siempre siendo niño. Pues algo que merece la pena de la vida humana es estar entrelazado en la vida de nuestros antepasados". 

​

Por todo esto, se ha preguntado a los jóvenes de Vitoria-Gasteiz sobre lo ocurrido en marzo de 1976 y el resultado ha sido el siguiente: 

​

Vitoria, 3 de marzo de 1976. La memoria de un pueblo herido de bala

bottom of page